Contenido visual: Askari Biyiwe
Instagram: @abiwe
El sentido suele esconderse en lo que aún no ha sido dicho. Se vuelve entonces misterio porque, entre las posibilidades infinitas que podríamos pronunciar, la palabra ya expulsada no es nunca pista suficiente al querer saldar las dudas con el hubiera.
He descubierto la capacidad que tiene mi voz para construirte la calma siguiendo un guión bien estudiado. Por eso te digo que todo va a estar bien, aunque yo no tenga idea. Mi susurro es un esfuerzo por no vociferar.
Mi silencio soy yo, permitiendo que tu cuerpo sangre en mis manos, lamiendo tu carne expuesta y haciendo de mi piel tus parches. Pidiéndote que me entregues la mitad de tus pesares con la intención subirlos en mis hombros y hacerte más ligero el camino.
Me convierto en vacío para hacer eco de tu voz, porque quiero que tus palabras vuelvan a ti y te escuches. Y luego en abismo para hacerle espacio a todo lo que tengo que callar si quiero que te sientas reconocido.
Mi grito ya no tiene quien lo escuche. Me lo guardo en el pecho, cuidando no explotar ante tus ojos ni derramar mi entraña frente a ti. Por eso ahora duerme entre mis costillas la rabia y entre la rabia tú.
Mírate: reflejando tu luz en mis ojos para poderla ver. Mordiendo mis brazos para arrancar pedazos que te cubran lo que aún no es cicatriz. Aullando sonidos en mi huecos para escucharte. Usándome, mírate. Y luego vuelve a hacerlo.
Voy decir sólo lo exacto todas las veces que necesites consuelo. Así nunca sabrás a quién perteneció el pecho que tomó en tu lugar las lanzas. Por tu paz no seré palabra, por tu bien no me diré. Sólo repetiré hasta más allá del quebranto lo que esperas de mi voz
Pero cuando busques un rostro en quien te cuida y tu refugio pida saber su nombre… no habrá nada. Porque para tu paz he silenciado lo que pudo ser mi sentido.
Valeria Farrés
Valeria Farrés 