Venezuela es un país sin papás, pero con Papá. Venezuela es un país con mamás, pero sin Mamá. En el país de los huérfanos, lo que se busca es volver. La nostalgia nos inunda las calles y la melancolía viste las mañanas. En el país de los huérfanos papá es el rey. Un rey muerto.
El abandono no es nuevo. Las familias rotas son más que las completas. Los papás no están en las casas. Pero Papá si está. Su mirada está pintada por toda la ciudad. Él vive en el pueblo. En ti y en mi.
Y la lucha sigue.
Venezuela no necesita Mamá, porque tiene mamás. A las seis de la mañana con las arepas listas, a mediodía en la cola del supermercado y a las ocho de la noche regresando a casa en la buseta. Mamás en casa y mamás sudando el almuerzo. Mamás que no nos persiguen con la mirada por la calle, pero sí nos abrazan.
La lucha que sigue nos dejó heridos. Nos estamos desangrando. Papá sólo nos mira…
¿Dónde estás Mamá?
Venezuela está llena de recuerdo. Un recuerdo de pedazos de vida de hace más de una década. Venezuela quiere volver. Está estancada. Quiere avanzar. Mira atrás. Venezuela quiere volver: volver a Mamá, porque Papá le pegó.
Valeria Farrés
Valeria Farrés 