¿Qué hacemos? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? En este punto de mi discurso, Armando ya está preocupado por los cuatro minutos que me asignó. Sergio es el culpable de estas preguntas.
Me refiero a la vida.
¿Qué hacemos?
Vivimos en plural. En ciencia y humanidad. En cuerpo y alma. Estamos hechos los unos de los otros. Somos almas rotas y expuestas que se han puesto al alcance de los demás. Vulnerables. Posicionadas para ser heridas una vez más… o para ser sanadas. Vivimos en entrega.
¿Por qué?
Vivimos en plural a causa del vacío y el terror. Porque la muerte le da sentido a la vida. El miedo a la nada nos hace actuar. Gabriel García Márquez dijo “La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido”. El olvido es un tipo de vacío que nos aterra, es la abolición del tiempo más importante para el ser humano: la trascendencia.
Y esa es la respuesta a nuestra próxima pregunta: ¿Para qué?
Vivimos en plural para trascender. Se trasciende de la piel pa´ fuera. Lo de adentro se hace polvo (Sí. Si te vas a morir). Y “Pa´fuera” significa “pa´los demás” “pal mundo” “Pa´cualquier-cosa-que-no-sea-yo”. NADIE trasciende en soledad.
¿Cómo?
Vivimos en plural libremente. Eligiéndolo todos los días. Entregándonos. Asumiendo la responsabilidad (porque de no hacerlo no sería libertad) de formar parte de este mundo. Preocupándonos por y ocupándonos de los 7.810.521.683 habitantes que hay en este mundo. Y si tras escuchar la cifra se sienten tan pequeños e insignificantes como yo, entréguenles su alma. Y no. No por ello serán más valiosos o significantes en comparación con el resto de los seres humanos. Pero son ellos quienes harán posible nuestro objetivo de trascender. En singular simplemente existimos.
¿Cuándo?
Vivimos en plural cuando amamos. Sin amor no hay entrega. La sociedad ha elegido, por comodidad, dar al amor una connotación de mero sentimiento. Excusar el desamor en frases como “es que el amor no se vive, sólo se siente”. Y es mentira. Se puede existir sin amor. Pero ¿Vivir?… No. “¡Ojalá vivas todos los días de tu vida!” Dijo una vez Jonathan Swift.
¿Dónde?
Vivimos en plural aquí. O allá, o ahí. Lo bueno de esta pregunta, es que su respuesta varía dependiendo del tiempo. Llevamos años viviendo en plural aquí en nuestro Colegio. Nos entregamos. AQUÍ. Aquí nos rompimos el alma. Aquí nos lamentamos al darnos cuenta de que somos parte de una generación que debe enfrentarse a un mundo lleno de crueldad, de egoísmo e incluso de odio. Aquí nos deleitamos al darnos cuenta de que somos parte de una generación que tiene el privilegio de vivir en un mundo lleno de bondad, generosidad y amor. Y más importante aún, ustedes nos enseñaron, que somos una generación capaz de convertir la inconformidad en propuesta, y la propuesta en acción. Lo aprendimos en plural. Y sí. AQUÍ NOS ROMPIMOS EL ALMA. Pero gracias a ello, aprendimos a sanarla y nos dimos cuenta de que es mejor vivir con un alma llena de cicatrices, que con un alma sola.
Mañana no será aquí. Pero allá, dondequiera que estemos, tendremos el alma expuesta asumiendo las cicatrices de nuestro pasado. Y por el futuro no se preocupen, el alma no tiene tamaño. Les caben todas las cicatrices que necesiten.
Vivimos en plural, con el alma desnuda. Porque es necesario temerle al vacío para trascender libremente cuando amamos en todas partes. Y esto no lo digo yo. Lo dicen los pedazos de las almas que llevo en mi.
Gracias por ser esas almas, por avivar ese miedo, por valorar esa acción, por elegir la entrega, por amar y por haberlo hecho aquí.
Gracias papás, por tomar el riesgo y mandarnos todos los días a este colegio a forjarnos el alma. Gracias profesores, por entregarse y dar el ejemplo deambulando por estos pasillos con sus almas grandes. Gracias promo, por la valentía necesaria para pararse frente a esas balas que dejan cicatrices hermosas. Gracias a todos por sumar su alma. Por ser parte de este nosotros, de esta familia… de este plural.
No buscaremos grandeza. Nos haremos parte de ella. ¿Queremos ser grandes? Seremos familia. ¿Queremos ser más grandes? Seremos Venezuela. ¿Queremos ser aún más grandes? Seremos mundo. ¿Queremos ser todavía más grande? Seremos humanidad.
En este colegio nos han enseñado a ser creyentes de las almas que se forjan. A valorar la herida y el error. En este colegio nos han enseñado que hay que convertir los sueños en realidad… y que la realidad hay que convertirla en sueño.
Hay edificios sin piso 13, ascensores sin botón 13, aviones sin fila 13. Pero El Colegio Integral el Ávila si tiene una promo 13… nuestra camisa dice “Lucky 13”. Llamamos suerte a lo que “nos toca”. Sin embargo hoy sabemos mejor que nunca que dentro de esa suerte podemos elegir el qué, el por qué, el para qué, el cuándo, el cómo y el dónde de eso que llamamos “vivir”. La suerte es un lienzo donde haremos arte.
¿Qué vamos a hacer ahora? Armando me va a bajar de la tarima si me pongo a explicar los planes de cada uno. Pero les puedo asegurar que por lo aquí aprendido, todos, hagamos lo que hagamos, vamos a entregar el alma.
Valeria Farrés
que bella Val
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Dicen que la vida es la suma de momentos en que te quedas sin aliento. Vale, tu discurso sumó uno de esos momentos a mi vida. Best Speech ever!!! TQM, tu madri.
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Gracias madrina!! Te quiero
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